Ya se sabe que en la NBA se toman las cosas muy en serio la actitud de los jugadores tanto dentro como fuera del campo.
Esta vez han sido dos jugadores los que serán sancionados: JR Smith y Jason Richardson.
JR Smith, escolta de los Denver Nuggets, fue detenido en el año 2007 por conducir de manera temeraria con su coche y causar un accidente en el que falleció un amigo suyo.
Este verano la NBA tomó medidas sobre este asunto y decidió sancionar al jugador con los siete primeros partidos de la próxima temporada, por lo tanto se perderá los partidos contra Utah, Portland, Memphis, Indiana, New Jersey, Miami y Atlanta. Volverá el 10 de noviembre contra los Chicago Bulls.
Jason Richardson, por su parte, ha sido sancionado con dos partidos por conducir de manera ebria. No podrá jugar contra los Clippers ni contra su anterior equipo: los Warriors.
Ambas sanciones pueden ser decisivas para dos equipos que tendrán que luchar duramente para poder entrar en playoffs. Denver podría verse resentido por la falta de su escolta, al igual que los Phoenix Suns.
A mi me parece muy bien estas medidas, puede que no sean grandes sanciones, pero a las futuras generaciones de la NBA, ya se les avisa de que estas cosas se castigan.
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