31 de agosto de 2009

Baron Davis, the american dream


Érase una vez un niño que vivía con sus abuelos porque sus padres estaban... ausentes. Un niño, como tantos otros, que se crió en el barrio equivocado, en la ciudad más glamurosa. Ese niño tenía una afición, el baloncesto, y una oportunidad, su talento. Y tenía otras cosas: disciplina, una base familiar más fuerte que los cimientos de su endeble casa, la calle para descubrir la libertad y una beca de estudios para dejar atrás la violencia, las bandas, la pobreza. Ese niño dejó el colegio de pobres para ir a clase con los ricos y desarrollar su talento: estudió en la universidad que quiso y cuando quiso debutó en la NBA, su destino y su meta. Sin sus abuelos no lo hubiera conseguido pero tampoco sin las tardes de entrenamientos callejeros con sus amigos. Algunos ya no están... ("hubo un año en el que asistí a ocho o nueve funerales", declaró Davis en un reportaje publicado en el NY Times).


Su nombre, Baron, su pasado, la clásica historia de superación personal. Su tópico cumplido, el sueño americano y el precio pagado, una crónica social repleta de violencia. Su desenlace, un final feliz o casi feliz. Su misión, que crean en él (`We Believe´) y su lema, que todo es posible. Su primero legado es Made in América, como se llama el documental que ha producido sobre su barrio de la periferia de L.A., South Central. La cinta reflexiona sobre la violencia callejera y las bandas que conviven en el barrio donde hace 15 años Baron crecía con sus amigos. Ya por entonces pensaba que todo era posible, en America y allí, en su barrio.

Las universidades se peleaban por él y Baron Davis, ya totalmente alejado de su antigua infancia (la de los amigos muertos en peleas de bandas y la de la imposibilidad de pensar en un futuro mejor que agenciarse una pistola y ser el amo de la calle) se decidió por quedarse en casa, California, UCLA. Atrás quedaban años duros de su supervivencia en Sotuh Central, con hechos especialmente dolorosos como el asesinato de su abuelo cuando él tenía 14 años, lo que según confesó Davis tiempo después, le hizo concentrarse aún más en el basket.

Davis dice que tiene asegurada su "segunda carrera" cuando se retire del baloncesto profesional. Por algo es el crítico de cine de la web oficial de la NBA y por algo el cine es en lo que invierte la mayor parte de su tiempo libre. Tan implicado está con el mundillo de Hollywood que se le atribuyen romances con actrices famosas... Pero, de momento, su relación con el cine es un flirteo comparado con su idilio con la canasta. Hasta que le dedique todo el dia quedan unos años, porque entretenimiento no le ha faltado a uno de los mejores bases defensivos de la Liga en los últimos años.

En su primera campaña, con los Charlotte Hornets, no fue titular ningún partido y tuvo unos números discretos: 6 puntos, 4 asistencias y 1 robo y su debut en Playoffs se limitó a una derrota fácil en 1ª ronda ante los Sixers con 15 minutos. Pero eso cambió la siguiente temporada, en la que llegó a 40 minutos en pista: 14 puntos, 7,3 asistencias, 5 rebotes y 2 robos fue su respuesta a la confianza de su técnico, Paul Silas. Nunca más perdió la titularidad. Desde entonces y hasta su marcha a San Francisco, el base iba cosechando experiencia en postemporada, asumió y bordó su rol de jugador franquicia y aprendió a convivir con una lacra en su carrera NBA que supera gracias a su máxima de "todo es posible": las lesiones, que le hicieron perderse en los Hornets 115 encuentros de Liga. Pese a esta limitación, temporadas soberbias le convirtieron en "all star" en 2002 y 2004, estuvo en el tercer mejor quinteto ese último año y en el mismo se confirmó como el mejor ladrón de la Liga. En Charlotte primero y después New Orleans, Baron Davis estaba a gusto pero su traslado a San Francisco (por desavenencias con Byron Scott) no le pudo venir mejor a su motivación. Arropado desde el inicio por una grada entregada a la pasión del impredecible base, sus mejores años para el basket los estaba teniendo vistiendo la camiseta `warrior´. Sus 12 millones al año (salario que cobra actualmente en Clippers) le permiten presumir de que Made in América, el debut de Baron en el cine, no sea otra estúpida película americana. Su actual equipo, Los Angeles Clippers, ya es otra historia, en la espectacular vida de Baron Davis, en la que espera volver al esplendor...



Un mote, una historia

Se podría decir que el base de los Clippers tiene el récord absoluto de motes en la NBA. Repasando los más conocidos, uno se da cuenta de que cada mote tiene su propia historia...
  • B-Diddy - Por su amistad con Puff Diddy.
  • The Prophet - El Profeta
  • Boom Dizzle - Es uno de sus favoritos, Boom se lo pusieron sus compañeros de UCLA mientras cenaban. Y añadió 'Dizzle' (expresión coloquial americana) por unas viejas zapatillas Reebok suyas.
  • BD - Como KG o TD. No es de los más brillantes.
  • Too Easy - Debe ser su preferido porque da nombre a su productora: too Easy Entertainment ('demasiado fácil') Viene de sus días en los 'playgrounds' de Rucker Park.
  • The Bodyguard - 'El Guardaespaldas'. Se lo puso su compañero Kenny Smith en el primer partido de Playoffs'07 ante Dallas: 33 pts., 14 rebotes, 8 asist. y 1 tapón tenían la culpa.
  • The Beard - Muchos aficionados identificaban el poder de estos Warriors con el 'power of the beard' de Davis. Su abuela quiere que se afeite, pero él se niega... ahora siendo jugador de los Clippers, los Warriors han perdido ese poder.
  • The Baron/1st Baron/Lord Baron - Simple, claro, usando con su significativo y jerárquico apellido, que da mucho juego.
  • Bulletproof - Por la dureza de su cuerpo.
  • Otros motes: Hardwood BD Fly, Machiavello, Juicy, Big beef, B-Dazzled, The Red Baron, Lord Byron...

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